El Velódromo, un bar inaugurado en 1933, reabrió sus puertas en Septiembre de 2009 después de varios años de inoperatividad. Su remodelación, de la mano de la cerveza Moritz, ha sido muy acertada. Han mantenido su esencia original; la estructura y la mayoría de elementos que figuraban en su época, como las lámparas en forma de globo, la mesa de billar, la barandilla de caoba, los ventanales y la disposición en dos pisos.
Este entrañable bar, lugar de amantes de las tertulias, políticos e intelectuales en los años 50 y lugar de encuentro de la «gauche divine» en los años 60/70, fue fundado por Manuel Pastor Boné, que, amante del ciclismo, le puso el nombre de Velódromo en honor a un antiguo velódromo ubicado en ese mismo lugar a principios del s.XX.
Este establecimiento estaba abierto casi siempre y lo frecuentaba gente de una cierta categoría. Hoy en día, conservando su amplio horario, de 6h de la mañana a las 3h de la madrugada, hace que desfilen todo tipo de perfiles a lo largo de la jornada.
Desde pequeñas raciones tradicionales catalanas hasta una copa de cava con dos ostras, tiene un correcto abanico de platos para disfrutar.
Está ubicado en la Calle Muntaner (entre Diagonal y Londres).
Curiosidad: los padres de Manuel Pastor Boné crearon el café Manolo, que estaría ubicado justo al lado donde después se emplazó el bar Velódromo. Manuel, no quiso hacerse cargo de ese negocio, pero abrió este otro, dándole un carácter más personal.
Dirección: C/Muntaner 213, 08036 Barcelona
Teléfono: 934 306 022
Comí una vez en el velódromo a base de tapitas y platitos y me gustó mucho. Era un cumpleaños y probé varias cosas, todas acertadas. Tendré que volver pq el día que fui no llevaba cámara 🙂
Un saludo y gracias!