A lo largo del tiempo la montaña de Montjuïc ha sido un enclave muy interesante por su rápido acceso al agua, por su fuente de recursos naturales como la piedra de la construcción (la Barcino romana y muchos de los edificios del eixample están construídos con la piedra de Montjuïc.) y por su altura, perfecta para controlar el entorno. Los íberos ya se instalaron aquí antes de la Barcino romana.
Pero para entender el origen del castillo empezaremos hablando del s.XI, momento en el que se encontraba el castell del port, un castillo con una pequeña torre de guardia (torre del farell) que servía de residencia de Ramón Berenguer II y Berenguer Ramón II.
El castillo de entonces se queda en el olvido durante años y no es hasta 1640 (época dels segadors) que los barceloneses deciden hacer un fortín militar que sirva de defensa para los invasores. Se construye un pequeño fuerte que servirá para protegrese de la guerra. Todavía se conservan restos de este fortín militar en una de las sala de exposición en el castillo (sala 15).
Después de la guerra de sucesión, en 1751, Cermeño (arquitecto militar) hace realidad el proyecto del Castillo de Montjuïc de estilo neoclásico, un castillo que por primera vez no se hace para defender a la ciudad sino que su objetivo es asediar Barcelona para frustrar cualquier tipo de sublevación.
En el momento que el castillo se convierte en una amenaza tendrá diversos episodios de gran violencia contra la ciudad. Por ejemplo se tiraron 1.012 proyectiles contra Barcelona de parte de Espartero, para frustrar el alzamiento de algunos trabajadores que no estaban de acuerdo con las condiciones que tenían.
Durante la guerra civil, en el año 1937, se instalaron baterías antiaéreas por las colinas de la ciudad para abatir a los aviones italianos que sobrevolaban Barcelona para bombardearla. En Montjuïc se pueden ver algunas, pero también vemos restos en el Turó de la Rovira (el búnquer del carmelo) y por Collserola (el búnquer de Sant Pere Màrtir). De todas fromas el uso de estas baterías antiaéreas eran fatales, porque al abatir los aviones éstos caían sobre la ciudad junto con la bomba causando peores estragos.
Para refugiarse de estos bombardeos se crearon 1.384 refugios antiaéreos repartidos por toda Barcelona, uno de los más conocidos es el refugio antiaéreo 307.
Durante la guerra civil, los fosos del castillo fueron escenario de cientos de ejecuciones, concretamente en el foso de Santa Eulalia se fusiló a Lluis Companys el 15 de octubre de 1940.
La visita, a la que tuve la oportunidad de ir, abrió las puertas a zonas habitualmente no accesibles como:
- El depósito de Santa Amalia: depósito de agua de 1.900m³ destinada actualmente al riego de la montaña de Montjuïc. Diseñado por Cermeño en 1751. En la zona de acceso todavía se pueden ver las marcas de lo que habían sido las dependencias de los trabajadores del ejército.
- Las mazmorras, en las que estuvieron presas cientos de personas entre ellas el pedagogo libertario Francesc Ferrer i Guardia que fue ejecutado al grito de «viva la escuela moderna». Estos compartimentos también hicieron de residencia de los militares que vivían aquí en los años 60. Al entrar a las mazmorras se encuentra un banco, banco que pone la piel de gallina pues era donde se esperaban las personas que iban a ser ejecutadas en los fosos que rodean el castillo. Estas mazmorras tenían doble nivel y debajo de éstas había pequeñas estructuras subterráneas.
- La torre de guardia que surge del centro del castillo y contiene un mástil con un juego de cuerdas que servía de sistema de códigos de colores para comunicarse con los barcos. Como curiosidad esta torre fue el punto donde se especificó el valor exacto del metro como sistema de medida universal (de Méchain). Desde lo alto de la torre pudimos observar unas vistas espectaculares de Barcelona.
Todos los espacios del castillo han ido cambiando de función a lo largo del tiempo hasta el día de hoy que alberga exposiciones y actividades varias. Aquí puedes acceder a la página oficial del Castillo de Montjuïc.
Si os acercáis por Montjuic os recomiendo pasaros por el Caixa Forum para ver las exposiciones permanentes que tienen. Todo un descubrimiento! Un saludo, Carlo