Eusebi Güell, mecenas de las artes catalanas, encargó a Gaudí la construcción de una iglesia para la colonia de la fabrica textil que había fundado en 1890 en Santa Coloma de Cervelló, cerca de Barcelona.
La iglesia quedó inacabada por un tema de financiación, pero la cripta es un reflejo de lo que podría haber sido. En esta obra Gaudí utilizó su técnica arquitectónica más habitual, el arco catenario y los recursos naturales como fuente de inspiración dando formas orgánicas a la iglesia integrándola en su entorno. Los materiales usados fueron piedra basáltica negra, ladrillo y cemento. Cruces, peces, alfas y omegas, inundan la fachada recordando su devoción por la religión católica. En el interior una serie de arcos vertebrados inundan el techo, pero lo que personalmente más me ha gustado son todos los bancos dispuestos en forma circular, diseñados también por Antoni Gaudí.
De alguna manera esta cripta nos ha recordado a la Sagrada Familia. Y al parecer Gaudí comentó: «Sin la prueba a gran escala de las formas alabeadas, helicoidales en las columnas y paraboloides en los muros y bóvedas que he hecho en la Colonia Güell, no me habría atrevido a utilizarlas en el templo de la Sagrada Familia.» Por lo que este proyecto inacabado debió ser su principal inspiración.
La cripta de Gaudí es la visita estrella, pero también tiene gracia dar un paseo por la antigua colonia y observar lo que fue una de las colonias más progresistas de la época. Nos ha hecho especial gracia la escuela junto con la casa del maestro.
Cada 12 de octubre se realiza, la Fiesta del modernismo, una recreación teatral en la calle de escenas de la vida cotidiana de la colonia de hace cien años.
Hermoso lugar!