En el corazón del Raval se esconde una joya cuyos orígenes se remontan al s.IX, la Parroquia de Sant Pau del Camp. De sus inicios más remotos no queda gran cosa, solo podemos observar en su fachada dos capiteles visigóticos de mármol y en el interior la lápida sepulcral del que dicen fue su fundador, Guifré II.
Nada tiene que ver el entorno donde está emplazada actualmente, dentro del bullicioso Raval, al de entonces, en medio de campos de cultivo (de aquí viene su nombre, Sant Pau del Camp (San Pablo del Campo)), fuera de las murallas de Barcelona, vulnerable y atacada varias veces a lo largo del tiempo.
En 1879 es declarada monumento nacional.
La Parroquia que hoy día podemos ver, que en su momento fue monasterio, es de estilo románico, del s.XII. Es de una única nave con planta en cruz griega y el pequeño claustro es único por la forma de sus arcos.
Personalmente encuentro que es la iglesia más encantadora de Barcelona. Tanto es así, que me voy a casar aquí en diciembre! 🙂