Cuando una tienda se convierte en cadena, pierde su encanto y la percepción de calidad baja. A pesar de ello Tea Shop ha ido expandiéndose por la ciudad a lo largo de los años y hoy cuenta con unos diez centros en Barcelona que mantienen la calidad de sus tés y sus exclusivas mezclas. La más famosa y con más éxito, es la Gracia blend, en honor al barrio de gracia, compuesta de té blanco, vainilla, flores y frutas varias.
Los empleados, además de ofrecer un trato muy atento, están muy bien formados y pueden explicar la procedencia y las propiedades beneficiosas de cada uno de las mezclas. Al menos el chico que nos ha atendido en el Tea Shop cerca de la catedral, 🙂 que es donde hemos acabado después de pasar por el de la calle Montcada, en donde no quedaba el té que precisamente daban a degustar en la puerta.
Y es que en la puerta, como símbolo de hospitalidad (aunque más bien como objeto de marketing), siempre ofrecen a degustar algún té y hemos probado el Rooibos Safari que es espectacular y que se compone de té, coco y chocolate.
Lo bonito del Tea Shop del Born es que mantiene parte de la estructura de lo que posiblemente fue un palacio medieval del s.XVII. Además, para los amantes del té, dan talleres de catas de té en el sótano.