La Fira de Santa Llúcia, con 224 ediciones, es la feria más antigua de Barcelona.
La primera fecha que se conoce de este acontecimiento es de 1786, dato que encontramos en el «Calaix de Sastre» diario personal de 52 volúmenes de Rafael Amat, Barón de Maldá, que se dedicó a narrar los acontecimientos y comportamientos sociales de la Cataluña de su época, desde 1769 a 1819. En una crónica de su dietario rescatamos: “Día 13 de Diciembre, Santa Lucía virgen y mártir. Hubo fiesta en la Catedral, en la capilla y en el altar donde se venera la imagen de la Virgen; y fuera, en los claustros, con la feria delante de su calle, muchos puestos de belenes, figuras de barro y cartón, imágenes de santos, pastores, animales…, que hacen que haya multitud de gente,(…). Y dentro de la Seo la gente oye misa y reza a la virgen para que les conserve la vista con la claridad.”
Desde entonces la fira de Santa Llúcia, aunque sin perder sus tradiciones, ha ido evolucionando, y las paradas que antes eran de tablones y carpas, ahora son casitas de madera. Una parte de los motivos navideños, sin embargo, siguen siendo los mismos; figuras de barro del nacimiento, de pastores, de animales, belenes, caga tiós, adornos varios, mientras que otros, son aportaciones más recientes como árboles de navidad o papa noeles. De todas formas, la figurita estrella, como cada año, es el caganer, a la que le ponen todo tipo de caras de personajes.
En definitiva, me encanta esta feria a la que cada año intento ir, porque huele a tradición y me recuerda a la infancia. Aunque este año opino que sobran unas cuantas paradas que no se dedican a vender NADA relacionado con la Navidad y faltaría alguna que vendiera chocolate caliente u otros comestibles para entrar en calor.
Fechas: del 3 al 23 de Diciembre 2010