¿Conocéis las fuentes Wallace? Si no las conocéis quizás alguna vez os habréis fijado en alguna sin quererlo, porque aunque discretas, tienen mucha gracia y están ubicadas en lugares bastante concurridos.
Se tratan de unas fuentes de hierro forjado, de color verde oscuro, con 4 cariátides que soportan una pequeña cúpula. Cada figura, diferente entre sí, representa una virtud: la Bondad, la Simplicidad, la Caridad y la Sobriedad, que a su vez representan las 4 estaciones del año: invierno, primavera, verano y otoño respectivamente.
Estas fuentes tienen su origen en Paris. Richard Wallace, de origen británico y con una gran fortuna, decidió ponerla al servicio de la ciudad de Paris para financiar proyectos sociales. Entre ellos financió la construcción de alrededor de un centenar de fuentes con un objetivo de salud pública y al mismo tiempo artístico. El trabajo se le encargó al escultor Charles Lebourg con una serie de instrucciones claras: debían ser suficientemente grandes para ser vistas de lejos, pero sin romper la armonía del paisaje, debían combinar utilidad y estética, teniendo un precio razonable y construidas con un material perdurable y fácil de trabajar.
Además de estas fuentes para Paris, se realizaron unas 50 más que fueron regaladas a diversas ciudades del mundo. Entre ellas 12 fueron a parar a Barcelona, como regalo a Rius y Taulet por la exposición universal del 1888.
Hoy en día de esas 12 solamente quedan 2, una en la Ramblas, frente al Museo de Cera, y otra en Gran Vía esquina Paseo de Gracia. Existen otras por la ciudad que se las llama Neo-Wallace porque fueron fundidas a partir de los moldes antiguos, pero no son originarias de la época.
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