Fiestas del barrio de Gràcia

Festa de Gracia, BarcelonaComo cada 15 de agosto el barrio de Gràcia se viste de fiesta. Es la fiesta más esperada de los «graciencs» de la que están orgullosos, la «Festa Major de Gràcia«. Su celebración se remonta a los años 20, en donde la fiesta transcurría alrededor de una banda que tocaba los bailes tradicionales como por ejemplo el «ball d’en Serrallonga«.

La fiesta se pone en marcha con un pregón inicial que inaugura las fiestas de cada año. Después las colles de gràcia nos sorprenden con un espectáculo de gigantes, trabucaries, castellers y diables dando la bienvenida a la diversión que se vivirá en las calles hasta el día 22 de agosto.

Sus calles y sus plazas se decoran de manera sorprendente volviendo a sus orígenes de villa, pues en una ciudad, esta coordinación, colaboración y ayuda entre vecinos, tarea imprescindible para conseguir estos escenarios, parece hoy en día imposible. La decoración acostumbra a ser material reciclado y los vecinos trabajan a lo largo del año para ir recopilando dicho material.

Festa de gracia Barcelona

De un día para otro, como por arte de magia, aparecen otras calles, calles repletas de colores y formas dispuestas a hacer sonreír al menos predispuesto. Los que disfrutan más del entorno son los niños, que conservan íntegra la imaginación que algún día tuvimos: una calle llena de borlas blancas llama a una niña a decir: «Mira mamá, está nevando», un niño  toca las cosas con cara de sorpresa, otro, dispara fotos a cada paso (casi como yo), un bebé observa con ojos casi desorbitados el móvil gigante que tiene de cielo. Para satisfacer otro de los sentidos, la música acompaña al viandante a lo largo de las calles, en ocasiones dulcemente, en otras de manera estridente, por lo que podemos observar también que no todo vecino disfruta de las fiestas, en alguna que otra calle vemos la súplica de «Volem dormir».

Festa de Gracia, Barcelona

Durante una semana se celebran conciertos, cercaviles, bailes, competiciones de dominó y diferentes tipos de acontecimientos que hacen que las callejuelas de este barrio se llenen de gente de todo tipo, de cualquier proveniencia, de cualquier edad, dispuestos a pasarlo en grande a lo largo de la semana.

Para más información, aquí. Y para más fotos, aquí.

Adjuntamos el recorrido que recomendamos (2010) para visitar la decoración de las calles. que se hace en una hora y media a paso tranquilo.


Ver Ruta dels carrers guarnits per Gràcia en un mapa más grande

La font de la Budellera

La Font de la Budellera, ubicada en el parque de Collserola, fue, en sus años de esplendor, una fuente de abastecimiento de agua casi «milagrosa». Mucha gente iba a rellenar sus garrafas de agua, pensando (y quizás era cierto) que era agua mucho más pura, provinente del bosque. Hasta que hubo un momento que se puso un cartelito tipo: «No se asegura la potabilidad del agua», justo después de las obras de la torre de comunicaciones y aquí se acabó la leyenda.

El origen del nombre no está claro… puede venir de «budells» (que significa intestinos en catalán), y los motivos pueden ser varios:

  • Porque se decía que era buena para los intestinos, milagrosa como comentábamos.
  • Porque se tiraban por esa zona intestinos de animales muertos. (no me parece muy atractivo este origen…)
  • Porque por allí cerca había una casa que creaban cuerdas para instrumentos con los intestinos de animales.

Esta fuente, obra del arquitecto paisajista francés Jean Claude Nicholas Forestier, ya tiene sus añitos (1918) que podemos observar en el deterioro de su cara.

Parque de Collserola

La fuente fue restaurada en 1988 y está en una zona en la que se puede parar a merendar, con un pequeño porche y mesas de piedra y varias escaleras que darán juego a los más peques.

Para llegar desde Barcelona a ella se cogen los ferrocarriles catalanes dirección Terrassa o Sabadell y se baja en la parada «Peu del funicular». De ahí se coge el funicular (inaugurado en 1906, aunque se ha hecho una renovación integral y ya no respiran ni un àpice de sus antiguo «look») y se baja en la parada final, Vallvidrera.

Salimos a una plaza y de ahí subimos las escaleras que quedan a mano derecha y seguimos recto por el «camí dels Algarves» llegando al «carrer de les Alberes» que cogeremos hacia la izquierda. Y, la primera calle no, la segunda, por el «Carrer de Can Basseda» giraremos a la izquierda y seguiremos todo recto por este camino hasta llegar a un cruce, en el que continuaremos por el «carrer de Gabriel Ferrater» hasta llegar al «carrer de la Budellera».

Al entrar en el parque de la Budellera (parte de la cordillera de Collserola), os da la bienvenida un peregrino con la curiosidad que tiene la cara del antiguo propietario de la casa a la que te da la bienvenida la estatua con la mano derecha (el marqués de Saint-innocent). Aunque popularmente se decía que era san  Francisco de Asís, fundador de la Orden Franciscana y protector de los animales. Fuere quien fuere, en sus años mozos tenía la mano que le falta y asía un bastón.

Parque de la Budellera, Vallvidrera

Una vez dentro, tendremos 3 caminos por escoger y el de la izquierda es el que nos lleva a la Font de le Budellera. Hace bajada y es un paseo a la sombra, corto y agradable, entre pinos y encinas. Se accede por unas escaleras de piedra y en según que tramos, podéis disfrutar de las vistas del parque de Collserola con el Tibidabo de fondo.

Parque de CollserolaDe vuelta haremos el recorrido en sentido inverso, y una vez en la estación del funicular, antes de volver a la ciudad, podéis subir al terrado y ver otra perspectiva de Barcelona.

Funicular de VallvidreraY si os animáis, antes de volver a la ciudad, podéis ir a casa Trampa y tomaros una tapa de jamón de jabugo o unas albóndigas y una copita de vino. Es un restaurante emblemático de cocina catalana que está en la plaza de Vallvidrera.

El pantano de Vallvidrera

Escondido por el bosque de Collserola, al norte de Barcelona, se encuentra el pantano de Vallvidrera, inaugurado en 1864 para abastecer de agua el antiguo municipio de Sarrià a través de la Mina Grott (podeis ver la entrada a dicha mina unos metros antes de llegar al pantano, a mano izquierda). En esta mina se instaló un trenecito eléctrico en el 1908, que fue el primer ferrocarril eléctrico de pasajeros construido en España y funcionó hasta 1916.

Este embalse está considerado como una joya de la ingeniería hidráulica del s. XIX. Ahora mismo, abandonado al curso de la naturaleza, está cubierto de frondosa vegetación con todo tipo de especies vegetales identificadas por un pequeño cartelito, y rodeado de los cantos de las ranas, ¡a cual más gritona! ¿Habrá algún príncipe entre ellas? 😉

Parque de Collserola

A esta presa se puede acceder por varios lugares, pero el más sencillo es cogiendo los ferrocarriles, dirección Terrassa o Sabadell y bajando en el Baixador de Vallvidrera (ojo, comprobad que ese ferrocarril pare en todas las estaciones). Una vez allí, ya respiraréis el olor a bosque!! 🙂

Parque Collserola

Bajamos las escaleras y cruzamos la carretera, cogiendo el «Camí del Pantà» a mano izquierda, seguimos recto hasta la siguiente bifurcación, en donde giraremos a mano derecha (hay una indicación que pone «torrent del rovelló») y seguiremos recto por ese camino hasta llegar al pantano.

Se puede dar la vuelta completa al pantano, y volver por donde se ha llegado.

¡Qué las hadas os acompañen!

Parque del Laberinto de Horta

Los jardines del Laberinto de Horta son los más antiguos que se conservan en Barcelona. Lugar extraño y misterioso, dicen que este parque constituye uno de los jardines iniciáticos a la masonería.

Los jardines del Laberinto de Horta son los más antiguos que se conservan en Barcelona. Lugar extraño y misterioso, dicen que este parque constituye uno de los jardines iniciáticos a la masonería. Se remonta al año 1791, tocando al palacio de estilo neoárabe, que contiene una torre de la Edad Media, y ocupando los terrenos de una finca del Marqués de Llupià, de Poal i D’Afarràs, hombre ilustrado que encargó la obra a Domenico Bagutti, de allí su toque de fisonomia italiana.

Parque del Laberinto de Horta

El parque del laberinto cuenta con diversos rincones, que retornan a las tradiciones clásicas, llenos de simbolismo masónico. Consta de dos espacios diferenciados: el bosque, símbolo del inconsciente, de la obsesión, de nuestros miedos y el jardín, símbolo de la organización y mente serena que ha logrado el dominio de sí misma.

En el centro del jardín, escalonados en varios niveles, se encuentran el laberinto, los dos templetes, el estanque con la estatua de los delfines y la cueva de Narciso que equivalen a diversos grados de orden rodeados de simulacros de bosque, el caos.

Por lo que representa ir del caos al orden, como un trabajo de creación genesíaca. Los dos delfines de los que mana agua  son símbolo de la dualidad y reflejan el mundo del espíritu. El agua simboliza el flujo de pensamientos y el entrelazamiento de los delfines evoca también movilidad. Pero el agua que manan, va a parar a un estanque cuadrangular, símbolo de la perfección conseguida mediante la práctica del arte. Y finalmente, las alusiones al laberinto, implican búsqueda al amor, sintonía de opuestos.

Fuente: «Misterios de Barcelona», Ernesto Milà.

Delfines entrelazados

Más allá del simbolismo, pasear por este parque es gratificante, lleno de pequeñas sopresas y entrar en el laberinto de cipreses es una pequeña aventura, muy recomendable tanto para pequeños como para mayores.

A la entrada del parque hay un pequeño bar por si te quieres parar a tomar algo y una área infantil con tobogán para los más pequeños.

Como anécdota, comentar que en este parque del laberinto se rodó una escena de la película «El Perfume».

Ah, y justo enfrente del parque, por si nunca habéis visto uno, hay un velódromo que a veces está abierto al público.

Si finalmente queréis comer por la zona, podéis ir a Can Cortada (Av. Estatut de Catalunya s/n – 934272315) o a Can Travi Nou (C. Jorge Manrique s/n – 934280301), antiguas masías reformadas que actualmente son restaurantes que ofrecen cocina catalana.

Dirección Parque del Laberinto: Paseo Castanyers 1

Acceso: metro L3, estación Mundet

Horario: de 10h a 21h

Precio: 2,20€ Domingos gratuitos.

En este enlace más fotos del parque del laberinto.

Y aquí más información sobre el parque del laberinto de horta.

Ver Parque del Laberinto de Horta en un mapa más grande

La costa de Barcelona en bici

El mar da una perspectiva diferente a las ciudades, al igual que un río, una montaña o cualquier otro resquicio natural que nos haga recordar nuestros orígenes.

Barcelona, de cara al mar, ofrece un recorrido por toda la costa muy agradable y relajante. Así que si queréis disfrutar de los aires marítimos os recomiendo un paseo por la playa de la Barceloneta en bici o patines, sin muchos baches pero con algún que otro atropello, jaja. Y si os sentís con ánimos, hasta podéis llegar al Forum, en Diagonal Mar. Que si lo mirais en el mapa parece lejos, pero en bici no está a más de 30 minutos! (matiz: este tramo mejor en bici, en patines os tendríais que meter por calles paralelas, porque el terreno por la costa no está en condiciones). Yo he hecho todo el recorrido tanto en bici como en patines, y vale la pena!! 🙂
Playa Barcelona
Si preferis quedaros por la zona de la Barceloneta, el recorrido que propongo sería el que adjunto abajo, en este recorrido se alquilan las bicis en el Passeig Picasso 44 y a partir de ahí se empieza a pedalear. El recorrido incluye el arco del Triunfo, el parque de la Ciudadela, las torres Mapfre y el paseo marítimo. Y para tomar un pequeño descanso, os podéis tomar un aperitivo o en algún chiringuito de la playa, o, mejor aún, aunque os saldrá más caro, en el hotel W, al final de todo de la Barceloneta, con unas vistas extraodinarias al mar y a la costa. De vuelta al lugar del alquiler, se sube por el Passeig de Joan Borbó, en donde si nos desviamos un poco como indica el mapa, podremos ver el faro, ya en desuso, del antiguo puerto de Barcelona.


Ver Ruta en bici por la Barceloneta en un mapa más grande