Refugio antiaéreo 307, Barcelona

En el subsuelo de Barcelona se construyeron 1384 refugios antiaéreos durante la guerra civil.

Hoy nos centraremos en el refugio 307, en la zona de Poble Sec, zona cercana al puerto, por lo que uno de los objetivos de bombardeo.

Refugio antiaéreo 307, Barcelona

Así como la mayoría de refugios se hacían cavando hacia abajo, con profundidades que podía llegar hasta los 25 metros, en este caso se aprovechó la montaña para facilitar el trabajo y excavar directamente en horizontal. En este refugio antiaéreo cabían hasta 2.000 personas. Las paredes estaban reforzadas con ladrillos y el techo era tipo volta catalana. A lo largo de los túneles se disponía de electricidad, de bancos, de lavabos y de una pequeña enfermería en caso de llegar algún herido, todo ello totalmente precario y escaso.

La enfermería era una espacio de unos 6 metros cuadrados que contaba con pocas literas para aquellas personas que llegaban heridas. Esta zona estaba aislada del suelo de barro con una capa de ladrillos y una capa de aire para evitar las humedades.

Refugio Barcelona

En cuanto a lavabos había 3 para hombres y 3 para mujeres dispuestos en los laterales de los pasillos. El de los hombres consistía en un agujero en el suelo, el de las mujeres en un humilde vater de porcelana.

Refugio Barcelona

También había una serie de rótulos escritos con pintura roja que recordaban algunas normas del lugar, como que estaba prohibido hablar de política o religión, que se tenía que dejar sentar a ancianos, mujeres y niños, que no atascasen los pasillos, etc, una serie de indicaciones que hacían la convivencia más segura y disciplinada, obligatorio en un espacio tan pequeño.

Refugio Barcelona

Las llaves del refugio se pasaban de persona en persona a modo de testigo. Esta persona era la responsable de abrir el refugio en caso de bombardeo y sería el encargado de llegar el primero para abrir las puertas a la población.

Estos refugios son el recuerdo de uno de los episodios más trágicos de la crónica de Barcelona. Una población que sufrió ataques estando en la retaguardia y que por lo tanto no estaba preparada para la guerra.

Una vez acabada la guerra, el refugio 307 sirvió para otros efectos. Una fábrica de vidrio utilizó una parte de horno y almacén, por lo que esta zona quedó totalmente ennegrecida. También fue la época del barraquismo, y muchos immigrantes de fuera de Catalunya que venían en busca de trabajo, se construyeron chabolas por esa zona, por lo que una familia andaluza, en busca de su hogar, también se aprovechó del lugar y se instaló en otra zona apropiándose del espacio y haciéndolo más acogedor instalando una chimenea y decorándolo a su manera.

Refugio Barcelona

Finalmente compartía también los túneles un «cultivador» de setas, ya que se trataba de un lugar idóneo para su crecimiento, húmedo y oscuro. Por lo que el refugio estuvo durante años compartido para estos tres efectos: fábrica, hogar, cultivo. Finalmente quedó abandonado a merced del tiempo.

Otro refugio interesante de ver y libre de acceso es el refugio de la Plaça de la Revolució.

Navegando por internet he encontrado una pequeña perla de la memoria histórica de la ciudad. Un blog escrito por una veintena de personas repartidas en grupos de centros cívicos y casales que realizan clases de informática y donde escriben recuerdos de antaño.

Dirección: Nou de la Rambla 169, 08004 Barcelona

Acceso: Metro: Paral·lel

Horario de visita:

De lunes a sábado solo para grupos con reserva previa.

Domingos: visitas comentadas a las 10:30h, 11:30h y 12:30h.

En todos los casos son plazas limitadas y es imprescindible reserva previa: 93 256 21 22 o [email protected] (horario de atención de lunes a viernes de 10 a 14h y de 16 a 19h)

Festivos cerrado.

Refugio plaça de la Revolució

En Barcelona se construyeron alrededor de 1.400 refugios durante la guerra civil. Los más conocidos y hoy en día accesibles concertando visita son el refugi 307 en Poble Sec y el de la Plaça del Diamant, en el barrio de Gràcia. Pero hay un tercero, desconocido para la mayoría, que se encuentra en la plaça de la Revolució, también en el barrio de Gràcia. Este refugio es de acceso libre, y lo más curioso es que se accede a través del parking de dicha plaza, pidiendo las llaves a los conserjes.

Refugio Plaça Revolució, GràciaLa verdad es que he encontrado esta información en el blog de altresbarcelones, y siendo el post de hacía un año, no sabía si todavía estaría en vigencia. Pero si! Qué emocionante! Si decidís ir, ojo que no os den otra llave, que es lo que nos ha pasado hoy. Comprobad que en llavero pone: «Llave del refugio». Porque después de bajar 4 pisos (está en la última planta, 4B), y con la ilusión de abrir la puerta hemos tenido que volver a subir a por la correcta.

Una vez abierta la puerta, la luz está entrando a mano izquierda. De todas formas hay dos habitaciones que están a oscuras, así que traeros linterna si os apetece ver con más claridad esa zona. Lo que queda del refugio es poco, un pasillo en forma de L con un banco donde se sentaban los refugiados y dos pequeñas habitaciones, que podrían haber sido la enfermería. En el techo todavía se pueden ver restos de lo que fue la red eléctrica del refugio. Esta red abastecía la estancia de luz durante el ataque, que solía ser de 2horas, tiempo que duraba la batería.

Refugio guerra civil, BarcelonaDe todas formas parece ser que este refugio había sido más largo y que durante la construcción del párking se destruyó parte de él.

Os animo a visitarlo e intentar oír los ecos del pasado. Ai! si los muros hablaran.


Ver Refugio Guerra Civil en un mapa más grande

Barcelona y los refugios de la guerra civil

El subsuelo de Barcelona esconde muchos vestigios de la historia de la ciudad. Entre ellos unos 1.400 refugios construidos durante la guerra civil.

Barcelona, por su ubicación estratégica, fue objetivo de los ataques de la aviación fascista italiana que colaboraba con las fuerzas sublevadas contra la república. La ciudad fue uno de los primeros escenarios de bombardeos sobre la población civil contra objetivos no militares. También Madrid y Gernika fueron brutalmente bombardeadas, pero mientras estas dos ciudades estaban cercanas al frente de guerra, Barcelona se encontraba en una posición de retaguardia.

Refugio Barcelona

El ayuntamiento, antes de que sucedieran los bombardeos, concienció a la población sobre la amenaza e hizo construir 30 refugios, en los que, en el caso de ataque, no cabrían ni un 5% de la población. Estos primeros refugios fueron objeto de burla porque nadie se podía imaginar que Barcelona sería víctima de ataques aéreos. También se empezaron a disponer alarmas de aviso por la ciudad y se repartieron folletos de qué hacer en caso de bombardeos. El 13 de Febrero de 1937, Barcelona vivía el primero de los 192 ataques, estos refugios quedaron cortos y la población empezó a construir por cuenta propia otros muchos que se fueron registrando. Los recursos eran escasos, y las personas más fuertes estaban en el frente, por lo que ancianos, mujeres y niños eran los que mayoritariamente se movilizarían para crear túneles subterráneos. Se tiene constancia de unos 1.400 refugios registrados, pero se podría decir que pueden haber hasta unos 2.000.

La mayoría de estos refugios se construían haciendo uso de la volta catalana, una técnica arquitectónica usada en Catalunya para hacer los arcos más robustos y anchos. De este modo el pasillo podía ser más amplio y a lo largo de éste cabía espacio para bancos a ambos lados para que la gente pudiera esperar sentada. Normalmente la media de espera solía ser de unas dos horas, tiempo que duraba el ataque y también la batería que abastecía de electricidad el subterráneo. Tengamos en cuenta que durante los ataques se cortaba el suministro eléctrico de la ciudad para que desde los aviones no pudiesen identificar sus objetivos que tenían muy claros, se trataba de destruir monumentos históricos, entre otras cosas, que tenían como intención final desmoralizar a la población, crear un clima de desconcierto y abrir un nuevo frente de guerra interno.

Refugio Barcelona

A falta de radares en la época (se descubrieron para la 2ª guerra mundial), había «oteadores» que patrullaban mar adentro con el cometido de observar el cielo, y en caso de ver aviones activaban la alarma que avisaba a toda la ciudad. A partir de ese instante la población tenía entre 1 y 2 minutos para llegar al refugio antes de empezar el ataque.

Los túneles tenían varias entradas, porque una única hubiera sido un cuello de botella, más aun teniendo sólo hasta dos minuto para acceder, y además por prevención, porque en caso de derrumbe y colapso de una puerta, se podría salir por otra.

Hoy en día se pueden visitar varios de éstos, entre ellos el Refugio antiaéreo 307, el Refugio de la Plaça de la Revolució y el de la Plaça del Diamant.