La virgen de la Mercè, la actual patrona de Barcelona, le «robó» el título a Santa Eulàlia, una niña con una humildad y devoción impropia de su edad. Su patronato reinó hasta 1.868, momento en que la Virgen de la Merced pasó a ser patrona de Barcelona y dejó a Santa Eulália como co-patrona. Dicen que por las fechas de la Merced siempre llueve y es porque Santa Eulália llora la pérdida de su posición sobre la ciudad.
Dice la leyenda que durante la noche del 24 de Septiembre de 1218 la Virgen se les apareció a Jaume I, a san Ramón de Penyafort i a san Pedro Nolasco pidiéndoles que crearan una orden encargada de cuidar a los cristianos encarcelados por los sarracenos. Eran tiempos de guerras religiosas y la zona mediterránea estaba dominada por musulmanes y los piratas sarracenos cautivaban a miles de personas que se llevaban hacia África. Pedro Nolasco creó la orden de la Celeste, Real y Militar orden de la Merced, fundada en la catedral de Barcelona con el apoyo de Jaume I el conquistador. Esta orden tenía como objetivo la redención de los cautivos. En sus orígenes, esta orden era puramente militar, cuyos miembros, los mercedarios, se comprometían con un cuarto voto: liberar a otros más débiles en la fe quedando como rehenes si fuera necesario. Su primer nombre fue la orden de Santa Eulália. Como orden militar conquistaron Baleares y Valencia y Jaume I les otorgó un escudo de armas compuesto por las cuatro barras rojas sobre fondo dorado añadiendo la cruz distintiva de la Catedral de Barcelona y la corona real como símbolo de la protección real. La Virgen María, dándose a conocer como La Merced, quiso manifestar su misericordia hacia los cautivos por medio de dicha orden dedicada a atenderlos y liberarlos. Se calcula que fueron alrededor de trescientosmil los redimidos por los frailes de la orden. En el año 1.265 aparecieron las primeras monjas de la Merced.
Unos siglos después, en 1.687, Barcelona fue víctima de una plaga de Langostas, que se puso en manos de la Virgen de la Mercè, que una vez erradicada la plaga, se la nombró patrona de Barcelona. Pero el papa, no ratificó la decisión hasta 1868, año en el que la Virgen de la Mercè es nombrada oficialmente patrona de Barcelona.
La talla de la imagen de la Madre de Dios de la Merced, en la basílica de la Merced de Barcelona, es del s. XIV (1.361), de estilo entronizado como las románicas es obra de Pere Moragues. En catalán se la denomina «Mare de Déu de la Mercè»
Fue con el impulso de Francesc Cambó, que el 24 de Septeimbre de 1902, se le celebró la primera fiesta mayor dedicada a la nueva patrona que ha durado hasta hoy en día.
Hoy en día hay un montón de actividades por muchos espacios de la ciudad centrados en la cultura mediterránea i catalana. En menos de una semana Barcelona ofrece una programación para el gusto de todos; artes por la calle, pasacalles, trabucaires, correfocs, castellers, sardanas, conciertos, actividades deportivas, concurso de fotografía, y finalmente, como cierre de fiestas, el piromusical.
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