Berenjenas, calabacín, «rovellons»… ingredientes de temporada y cocina de mercado es la propuesta de Santa Gula, ubicado en el barrio de gracia a pocos metros de la diagonal. Uno de los detalles que más llama la atención es que la carta varía un 70% de semana en semana, según mercado y temporada.
La carta, a pesar de cambiar con asiduidad, es muy completa. A nosotros nos llamó la atención “Flores de calabacín en tempura rellenas de mozzarella tomate y albahaca” y “Robellons saleados con butifarra y judías” deliciosos. Te recomendamos dejar un hueco para los postres de elaboración propia, exquisitos y con una presentación excelente; a nosotros el “Hojaldre de manzanas con helado de yogurt de la Cerdanya” nos encantó.
Es un local acogedor, pequeño y con un ambiente distendido al que puedes ir tanto con pareja como con amigos. El servicio es muy bueno y la mayoría de platos se pueden compartir. Tienen carta de vinos aunque el vino de la casa (por copas) es correcto.
Como el local no es muy grande es recomendable reservar en el caso de ir a cenar un viernes o un sábado. En definitiva, un buen restaurante de tipo informal al que pienso volver con mis amigos en breve.
El precio medio por comensal es de 30€ y mi opinión personal es que la relación calidad-precio es bastante buena.
Abren los mediodías de lunes a viernes y las noches de jueves a sábado y vísperas de festivo. No hay menú de mediodía, pero si decides ir a comer a la Santa Gula un día laborable, no dejes de dar un paseo por la Calle Séneca.
Dirección: Plaça Narcís Oller 3, 08006 Barcelona
Teléfono: 931 857 649
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